Arquivo da categoria: São Januário

Sérgio Frias e outros historiadores do Vasco participam de documentário acadêmico sobre São Januário

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Documentário sobre a construção de São Januário para o trabalho de conclusão de curso (TCC) de Jornalismo

Orientador: Anderson Barreto
Roteiro, câmera e edição: João Victor Barros de Carvalho

//INFORMAÇÕES\\
Meu nome é João Victor Barros de Carvalho e atualmente faço Comunicação Social – Jornalismo na Universidade Veiga de Almeida. Esse canal servirá para eu postar trabalhos universitários e projetos autorais, espero que gostem!

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Fonte: Canal do Youtube do João Victor Barros de Carvalho

Tradução livre

El mítico estadio que se ha quedado sin Juegos

São Januário, campo del Vasco da Gama, historia viva del deporte brasileño, estaba programado en un principio como la sede del Rugby 7, pero finalmente sus vecinos se han quedado sin la competición.

Los Juegos Olímpicos de 2016 acabaron, para el estadio del Vasco da Gama, en noviembre de 2012. Enterradas quedaron las orgullosas palabras de su presidente en las que anunciaba que el Vasco sería el único club particular en recibir los Juegos Olímpicos en Brasil. Hoy todo el mundo sabe que no será así.

El estadio São Januário y su mito han visto pasar a través de su ventana, con impotencia, el Mundial de 1950, los Panamericanos del 2007, la Copa Confederaciones de 2013 y la Copa del Mundo de 2014. Seguramente sea injusto, teniendo en cuenta que se trata de uno de los lugares por los que ha caminado, paso a paso, la historia de Brasil, pero la historia también se escribe así.

Los flashes prometían cambiar el rumbo de la leyenda y proporcionaban toda la solemnidad merecida a la firma del gran acuerdo, el 20 de julio de 2010, que uniría a São Janúario con el Rugby durante esta era olímpica y, en realidad, para toda la eternidad. Agarraron el bolígrafo, y el poder, Roberto Dinamite, mito del Vasco da Gama y por aquel entonces presidente del club, y Carlos Arthur Nuzman, presidente del Comité Olímpico Brasileño. Había tiempo suficiente por delante para preparar el estadio. El COI y la Federación Internacional de Rugby llevarían la batuta para que este proyecto fuera un éxito. El Niteroi Rugby, principal club del estado de Río de Janeiro, hizo allí algún entrenamiento para probar las instalaciones y el estado del césped. Todos era felices. El máximo mandatario del club, el que más.

Roberto Dinamite es el jugador que más goles ha marcado en São Januário –divive fama con Romário, que anotó allí el gol 1.000 de su carrera y le hicieron una estatua–. Dinamite cantó 184 dianas en una carrera que se dilató dos décadas, entre 1971 y 1992. Nadie más que él se merecía vivir aquel momento. Era todo demasiado perfecto.

La memoria de São Januário comienza a fallar, de tanto tiempo que ha pasado. La edad no perdona. El Vasco da Gama fue, en la década de los 20, ese club de la periferia creado por comerciantes portugueses que de pronto plantó cara a la burguesía carioca –Fluminense, Botafogo y Flamengo–.

Les ganó el campeonato carioca de 1923 con jugadores negros, analfabetos y trabajadores de la clase baja. La élite del futbol local les quiso aislar, promoviendo un nuevo campeonato en el que solo podrían participar si expulsaban a esos jugadores “de profesión dudosa”. El Vasco se negó y luchó por sus derechos. Luego les colocaron la traba de la obligatoriedad de contar con estadio propio para disputar este nuevo campeonato. El Vasco, por aquel entonces, jugaba en el campo de Andaraí, de prestado. Así que se puso manos a la obra para llevar a cabo, casi con total seguridad, el primer gran crowdfunding del deporte brasileño. Entre sus aficionados recaudaron dinero primero para comprar un terreno en el barrio de São Cristovão, y después para alcanzar la cantidad suficiente para afrontar la construcción. En menos de un año ya tenían listo el estadio más grande de Suramérica, que ahora está protegido como patrimonio histórico nacional.

INAUGURACIÓN

La inauguración tuvo lugar el 21 de abril de 1927. Fue en un Vasco-Santos, obviando, como mandaba la actualidad, a sus rivales cariocas. Un año más tarde se estrenaron con igual solemnidad los focos, y ya se podía jugar también de noche. Vasco ganó 1-0 a Montevideo Wanderers con un gol directo desde el córner. Gol Olímpico. Cómo son las cosas. Tan popular llegó a ser el fervor por el equipo que, una de las favelas colindantes, tomó por nombre Barreira do Vasco.

Por allí, además del deporte, también pasó la política. Getúlio Vargas, dictador en su primera época, más tarde presidente electo, lo tomó como lugar predilecto para sus discursos. Uno de los más importantes, en el recuerdo de la sociedad brasileña, fue el anuncio y firma en 1943 de las leyes laborales, muchas de las cuales siguen vigentes en Brasil.

Por allí pasó unas cuantas veces la selección brasileña y por allí fueron cayendo títulos, alegrías y tristezas, hasta llegar a una de las noches más grandiosas: la final de la Copa Libertadores de 1998 que le ganaron a Barcelona de Guayaquil ­–tras eliminar en octavos a Cruzeiro, en cuartos a Grêmio y en semifinales a River Plate–. Era el Vasco de Juninho Pernambucano, que disputaría la Intercontinental contra el Real Madrid ese mismo año –gol de Raúl, el aguanís–.

Pero el tiempo pasaba y los cimientos se resentían. Estaba claro que São Januário, a pesar de contar en sus anexos con prestigiosas instalaciones polideportivas, no entraba en los patrones y estándares de algunos organismos oficiales, por ejemplo la FIFA. Por eso llevar allí partidos de la Copa Confederaciones o la Copa del Mundo no se le pasó por la cabeza a nadie en su sano juicio. Su poca capacidad –llegó a ser de 40.000 pero actualmente apenas recibe 21.000 espectadores, mucho para el año de su inauguración, muy poco para ahora–, accesos, infraestructura interna, falta de asientos en sectores de la grada, entre otras cosas, imposibilitan citas de semejante índole. Uno de los actuales vicepresidentes del club, Marco Antônio Monteiro, en palabras para EL ESPAÑOL, asume la falta de condiciones pero lanza un venenoso mensaje a la directiva anterior, la de Roberto Dinamite. “Vasco no recibió ninguna propuesta para organizar nada en aquellas ocasiones, y, de todos modos, no cederíamos el estadio sin contrapartidas, como hicieron durante la Copa del Mundo en la gestión anterior”. Se refiere Monteiro al uso de São Januário para entrenamientos durante la Copa Confederaciones de 2013 y el Mundial de 2014.

Adecuar el estadio para los partidos de Rugby 7 del torneo olímpico era un objetivo más humilde, asumible y realista, y no parecía ninguna osadía. Pero como nada en la vida ha sido fácil para Vasco, pronto comenzaron los rumores en la prensa local de que las exigencias económicas del COI eran demasiado complicadas para afrontarlas tan rápidamente. Las informaciones no cuadraban porque, según el club, el Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) había definido la financiación del 60% de la reforma –una simple modernización de las instalaciones, no una trasformación integral–, y el restante se repartiría entre inversores y patrocinadores, tras una licitación programada para 2013, mediante la cual los vencedores podrían explotar sus marcas en el estadio.

El 1 de noviembre de 2012, a traición, llegó el comunicado que nadie deseaba, y se confirmó la mala noticia. El Comité Olímpico Internacional hacía oficial su resolución. “El Comité Organizador, el COI y la Federación Internacional de Rugby están totalmente empeñados en garantizar una competición de rugby excepcional en los Juegos Olímpicos de 2016. El estadio de São Januário fue identificado como la potencial instalación para el rugby. Esa posibilidad estaba sujeta al cumplimiento de ciertas exigencias. El Club de Regatas Vasco da Gama fue instado, el 9 de abril de 2012, a enviar, hasta el 31 de octubre de 2012, el proyecto completo y todas las garantías, incluyendo las financieras, referentes a la cesión de estadio en las condiciones exigidas por el COI y la Federación Internacional de Rugby para el evento. Por no haber recibido la documentación solicitada en la fecha estipulada, Rio 2016 promoverá ahora una reevaluación de los planes operacionales del estadio João Havelange […]”.

La primera idea del COI tras descartar São Januário fue llevar el rugby al Estadio Olímpico, aunque ese plan B también se descartó. Tal y como puntualiza el vicepresidente Monteiro: “La opción del Comité fue finalmente construir instalaciones nuevas, en lugar de promover mejoras en otras ya existentes”. Efectivamente, el plan C que al final se desarrolló fue la construcción de un estadio desmontable en el Complejo Deportivo de Deodoro, ese nuevo barrio olímpico que está ahora mismo cercado por la corrupción.

Tras dos años y medio de sueños y esperanzas, el Vasco da Gama se quedó con el molde, y con una estructura de categorías inferiores de rugby creada para la ocasión aprovechando el tirón, y los aficionados se quedaron con las ganas de un verdadero legado para este deporte en la ciudad. Un estadio desmontable, que pasará al olvido instantáneamente, no era su idea de futuro, desde luego.

Así que la vida sigue igual en el viejo São Januário. Para los vecinos de São Cristóvão y la Barreira do Vasco, los Juegos Olímpicos pasaron como los americanos en Bienvenido Mr. Marshall. Eso sí, quizá los vascaínos den gracias a Dios viendo los supuestos casos de malversación de dinero público en Deodoro, por no haber visto manchada el alma de su querido estadio. Quizás den gracias a Dios por no haberse visto invadidos por constructoras sin escrúpulos y en la mano de multinacionales ajenas a su biografía, redactada con el esfuerzo de todos aquellos a los que le dolía la camiseta hace casi un siglo.

Fonte: Site El Español

Clubes sem teto do Rio não sabem onde jogar em 2016. O Vasco sabe, desde 1927.

 

Flamengo, Fluminense e Botafogo correm contra o tempo em busca de uma “casa” para 2016. Enquanto o Vasco observa o caos com tranquilidade por ter São Januário, os rivais entram em uma fase decisiva sobre a próxima temporada. Arenas provisórias no estádio Luso Brasileiro, na Ilha do Governador, ou no Ítalo Del Cima, em Campo Grande, são as alternativas estudadas em razão dos fechamentos de Maracanã e Engenhão para os Jogos Olímpicos Rio 2016.

O problema para a realização de qualquer empreendimento é financeiro. O custo está calculado na ordem de R$ 20 milhões para as construções de arquibancadas provisórias, estruturas físicas, além das reformas dos vestiários e das áreas destinadas aos jornalistas.

O Luso Brasileiro, que já recebeu projeto semelhante em 2005, e Ítalo Del Cima são visitados frequentemente por dirigentes dos clubes. O Governo do Estado do Rio de Janeiro já autorizou a utilização da Lei de Incentivo ao Esporte na reforma e garantiu isenção de ICMS ao parceiro. Até agora, porém, nada foi definido. É necessário que o martelo seja batido o quanto antes, já que a ideia é a de que a nova estrutura esteja concluída até maio.

“Ainda não sabemos se será construída na Ilha ou em Campo Grande. Buscamos investidores com apoio na Lei do Incentivo ao Esporte e avaliamos a alternativa mais viável. As obras têm um prazo e creio que o Governo do Estado tem todo o interesse em ajudar. O fato é que não podemos demorar para resolver isso”, afirmou o presidente do Flamengo, Eduardo Bandeira de Mello.

Rubro-negro e Fluminense estão alinhados no objetivo de construir uma arena com capacidade para receber em torno de 25 mil torcedores no Campeonato Brasileiro. O Botafogo apoia o projeto, mas tem alternativas para colocar em prática já no Campeonato Carioca. O presidente Carlos Eduardo Pereira considera a captação financeira complicada e não quer perder tempo.

“Não temos fonte de receita. Ninguém está com dinheiro sobrando. As soluções serão as mais simples e econômicas possíveis. Trabalhamos com a reforma do Caio Martins para jogos de menor porte [até seis mil pessoas] e com Juiz de Fora nas partidas maiores”, comentou.

“Isso tudo é um problema de planejamento. Não colocaram no orçamento da Olimpíada uma alternativa para os clubes cariocas que ficarão sem estádio. Estamos nessa corrida e sem saber o que pode acontecer. É uma luta contra o relógio”, completou o mandatário alvinegro.

Fonte: UOL

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Comentário do Casaca:

Em 1924 eles exigiram que construíssemos um estádio alegando que apenas dessa forma o Vasco poderia disputar o campeonato carioca.

Em 1925, vendo a força da nossa torcida que lotava todos os jogos do clube, nos convidaram a participar da sua recém criada liga.

Independente disso, em 1927, inauguramos nosso estádio, o maior da América Latina a época.

E 88 anos depois são eles que não tem um para jogar. Nossos fundadores devem estar dando gargalhadas lá de cima.

De qualquer forma, fica a sugestão: se nada der certo, joguem no Aterro.

São Januário simboliza a luta do Vasco contra preconceitos

Com sua capacidade limitada a 21.800 torcedores, São Januário será nesta quinta-feira à noite, o palco de mais uma partida decisiva para o Vasco, desta vez contra o Corinthians. Se para os corinthianos o jogo vale o quase garantido hexacampeonato brasileiro, para o time da casa, um triunfo poderá representar a tão aguardada saída da zona do rebaixamento. Poucos clubes no Brasil podem usar a expressão “time da casa” com tanta propriedade quanto o Vasco. Historicamente, na maioria dos casos, os terrenos para sedes e estádios foram doados pelo poder público. No Vasco, entretanto, a área de 56 mil metros quadrados onde se ergue o estádio foi adquirida pelos próprios sócios e dirigentes vascaínos, numa grande mobilização popular, em 1926. Trata-se do maior símbolo da luta do clube contra os preconceitos.

Com esses fundos, foi possível não apenas adquirir o terreno. A edificação foi uma resposta à rejeição de que o clube foi vítima nos anos 20, quando o futebol brasileiro era fortemente elitista e racista. Em 1923, havia ganho o Campeonato Carioca com um elenco formado por negros, brancos pobres e analfabetos que não tinham vez nos chamados grandes clubes do Rio. Forçado a eliminar do seu elenco justamente esses atletas para poder participar, em 1924, da nova liga, a Associação Metropolitana de Esportes Atléticos (Amea), o clube se recusou a fazê-lo e preferiu permanecer na Liga Metropolitana de Desportos Terrestres (LMDT). Somente em 1925 os vascaínos foram aceitos na Amea, sem se verem forçados a eliminar alguém. Entretanto, como não tinha um estádio e alugava os dos outros para poder mandar seus jogos, era sempre considerado um time “pequeno”, “zé povinho”, “time de portugueses e de negros”.

Para pôr fim a tudo isso, os sócios e torcedores se uniram, espalharam listas por toda a cidade — num dos primeiros casos no país do que hoje se chama crowdfunding, isto é, finaciamento coletivo — e levantaram recursos para comprar o terreno e depois construir o estádio, sem um centado de ajuda oficial. Pelo contrário. Na época, o clube precisava de uma autorização do então presidente Washington Luiz para poder importar cimento da Bélgica, o que fora obtido anos antes pelo antigo Derby Club para construir sua sede no local onde hoje está o Complexo do Maracanã. O então presidente negou a autorização. Mas engenheiros e mestres de obras conseguiram fazer uma mistura usando uma quantidade maior de areia e de pedra e tocaram a obra, na qual muitos vascaínos trabalharam voluntariamente.

A área pertencia a um empresário do ramo de tintas chamado Carlos Kuenerz e no século 19 havia pertencido a Marquesa de Santos, a favorita do Imperador Pedro I. O nome oficial do estádio é Vasco da Gama, mas ele é mais conhecido por São Januário, por causa de uma das ruas localizadas em suas imediações. A praça de esportes foi inaugurada oficialmente a 21 de abril de 1927, no amistoso Vasco 3 x 5 Santos, tendo permanecido como o maior do país até 1940, quando da abertura do Pacaembu, em São Paulo. Fora também o maior da América do Sul, até 1930, quando da inauguração do Estádio Centenário, de Montevidéu, e o maior do Rio até 1950, quando da abertura do Maracanã, sede de vários jogos, incluindo a final da Copa do Mundo de 1950. Os refletores de São Januário foram inaugurados em 31 de março de 1928, com o jogo Vasco 1 x 0 Wanderers (Uruguai), num gol do ponta-esquerda Santana. Foi um gol olímpico (direto da cobrança de um escanteio), um dos primeiros de que se teve notícia na história do futebol brasileiro. Entre todos os estádios do atual Campeonato Brasileiro, apenas o Urbano Caldeira, na Vila Belmiro, do Santos, inaugurado em 1916, é mais antigo que São Januário.

Antes da construção do Maracanã, a seleção brasileira fez de São Januário a sua casa. Lá atuou pela primeira vez a 15 de janeiro de 1939, tendo sido goleada pela Argentina por 5 a 1, na Copa Rocca, disputada entre os dois países.Em 1949, porém, no mesmo cenário o Brasil disputou e conquistou o Sul-Americano de 1949. Na época, a seleção brasileira — cuja base era o Vasco — goleou quatro adversários: Brasil 9×1 Equador (3 de abril de 1949), Brasil 7×1 Peru (24 de abril de 1949), Brasil 5×1 Uruguai (30 de abril de 1949) e Brasil 7×0 Paraguai (11 de maio de 1949). Com 19 partidas naquele local, a seleção obteve 14 vitórias, 2 empates e 3 derrotas, com 65 gols a favor e 26 contra. O último jogo do Brasil em São Januário foi em 14/07/1993: 2 a 0 sobre o Paraguai, gols de Branco e Bebeto.

Atuando em sua casa, o Vasco levantou sete títulos cariocas e deixou muito bem encaminhada uma de sua maiores conquistas internacionais. Assim, jogando boa parte das partidas em seus domínios, foi campeão carioca de 1929, 1934, 1936, 1945 (invicto), 1947 (invicto), 1949 (invicto) — todos estes antes da inauguração do Maracanã — e o de 1992 (invicto). O Campeonato Estadual de 1992 teve São Januário como palco principal, porque à época o Maracanã estava interditado, devido a um grave acidente na final do Brasileiro daquele ano, entre Flamengo e Botafogo.

A partida mais importante da história de São Januário, para o Vasco, se deu a 12 de agosto de 1998, quando o Vasco bateu o Barcelona de Guayaquil, no Equador, por 2 a 0, gols de Donizete e Luizão, pelas finais da Copa Libertadores da América. Na partida de volta, em Guayaquil, no Equador, os vascaínos sacramentaram o título, ao vencerem por 2 a 1. Lamentavelmente, num passado recente, em 2008, foi em São Januário que a torcida assistiu ao rebaixamento do clube para a Segunda Divisão do Brasileiro, na derrota de 2 a 0 para o Vitória, em 2008. O recorde oficial de público do estádio é de 40.209 pagantes, no jogo Vasco 0 x2 Londrina, pelo Brasileiro de 1977, mas disputado em 19 de fevereiro de 1978. Extra-oficialmente, porém, comenta-se que mais de 60 mil torcedores se acotovelaram no local para o amistoso Vasco 1×0 Arsenal (Inglaterra), a 25 de maio de 1949. Era a primeira vez que um campeão inglês vinha ao Brasil.

O maior artilheiro em São Januário foi Roberto Dinamite, com seus 184 gols entre 1971 e 1992, tendo sido o último deles a 26/10/1992: Vasco 1×0 Goytacaz. Na década de 90, não apenas devido à interdição do Maracanã, em 1992, mas também pela fuga dos clubes em relação às altas taxas naquele estádio, o Vasco mandou alguns clássicos em seu campo. Eventualmente, a praça esportiva vascaína foi cedida aos rivais cariocas. O Flamengo o utilizou em três oportunidades, no Brasileiro de 1995, contra Bragantino, Criciúma e Bahia. Em 2005, o Fluminense também mandou no local alguns de seus jogos do Brasileiro, e no mesmo ano, realizou ali partidas da Copa do Brasil e da Copa Sul-Americana.

A 30 de abril de 2002, o Travel Channel, famoso canal de televisão especializado em turismo realizou pesquisa que incluiu São Januário entre os sete melhores estádios do mundo para se assistir a uma partida de futebol, junto com Camp Nou, Giuseppe Meazza, La Bombonera, Ibrox Stadium, Stamford Bridge e Estádio Olímpico de Munique. Tal pesquisa foi citada em artigo a respeito do clube, no site da Fifa. Em 2008, o estádio também ganhou o prêmio de Maravilha da Zona Norte, em primeiro lugar numa votação para escolher as sete maravilhas da Zona Norte da cidade do Rio de Janeiro.

Além de eventos esportivos, São Januário serviu também aos comícios do então presidente Getúlio Vargas, nos anos 30 e 40. Ali, em sua Tribuna de Honra, em 1 de maio de 1943, que Vargas assinou a Consolidação das Leis Trabalhistas (CLT), base da legislação trabalhista nacional. No mesmo cenário, o líder comunista Luiz Carlos Prestes também realizou ato público pela redemocratização do país a 23 de maio de 1945.

Na Segunda Guerra Mundial, entre 1939 e 1945, o clube pôs o estádio à disposição das Forças Armadas Brasileiras e bancou a Escola de Instrução Militar, que formou 10 mil soldados. Além disso, São Januário foi alojamento de militares de outros estados antes de embarcar para os combates na Itália. O clube levantou recursos e doou à Força Aérea Brasileira (FAB) dois aviões. No aspecto cultural, São Januário serviu de palco para dois desfiles de escolas de sambas, em 1943 (beneficente e sem caráter competitivo, como parte de mobilização para a Segunda Guerra Mundial) e em 1945 (oficial, ganho pela Portela), além das apresentações do maestro Heitor Villa-Lobos que regia corais de estudantes, na década de 30. Num desses espetáculos, já em 1940, com a presença de Vargas, cantaram 40 mil estudantes.

A fachada da sede, de autoria do arquiteto Ricardo Severo, tem o estilo colonial português e é tombada pelo Patrimônio Histórico e Artístico Nacional. Logo na entrada do estádio, pode-se ver o busto do navegador português que é patrono do clube, inaugurado em 1942. Na subida para a sala da presidência, há um conjunto de azulejos que retratam as Grandes Navegações Portuguesas. Além de ser uma edificação com tijolos, areia e cimento, São Januário é um capítulo à parte na história do clube e do próprio país.

Fonte: O Globo Online

Eurico critica recomendação do Gepe para colocação de stewards em frente às sociais

O presidente do Vasco, Eurico Miranda, decidiu expor em coletiva de imprensa o que chama de “clara tentativa de confronto” do Gepe contra o clube. O mandatário disse que recebeu nesta sexta-feira um ofício do Grupamento Especial de Patrulhamento de Estádios, órgão da Polícia Militar, pedindo que o clube coloque stuarts – seguranças particulares usados para controle de público na Copa do Mundo – nas cadeiras sociais de São Januário. Com provocações ao tenente-coronel João Fiorentini, comandante do grupamento, Eurico disse não saber a razão da tentativa de conflito com o clube Cruz-Matino – “talvez porque ele não consiga resolver o problema das torcidas organizadas” -, mas disse que o Gepe também tenta induzir a avaliação do Ministério Público com “relatórios falsos”.

Com papel do ofício na mão, a respeito do primeiro jogo sem proteção de grades ou vidros nas sociais, e também um relatório enviado ao Ministério Público, que o departamento jurídico do clube vai responder “item por item”, Eurico lembrou que se antecipou a qualquer pedido da Polícia Militar e já colocou seguranças particulares de cinco em cinco metros para impedir qualquer tentativa de invasão na social. O Gepe, através do documento, quer 20 homens dentro do campo. O que provocou a irritação do presidente.

– Decidi tirar os vidros porque prejudicava a visibilidade dos torcedores nas primeiras fileiras. E foi uma medida que foi muito elogiada por todos até. Não contratei stuarts, mas coloquei seguranças em toda a área, sentados ali. Se colocasse o que ele quer, os stuarts, dentro de campo, a reação é de correr atrás de um torcedor dentro do campo, não de impedir, como fizemos. Mas o que ele (Fiorentini) quer é criar um confronto. E se tem uma coisa que nunca admiti, no dia que admitir isso não fico mais um dia no Vasco, é essa tentativa de ingerência no Vasco, de controlar a social do Vasco. No meu entendimento ele está extrapolando as suas funções – disse Eurico, afirmando que a intenção é poder retirar os vidros em todo o estádio e se responsabilizando pela medida.

– O código de Justiça Desportiva brasileira prevê isso, que quem se responsabiliza pela segurança dentro do campo de jogo é o mandante – acrescentou o presidente.

De acordo com as informações do relatório, o Gepe relatou ao Ministério Público falta de controle da entrada na social do clube – 167 pessoas teriam entrado sem ingresso, o que Eurico contestou, lembrando que há atletas-residentes dentro do Vasco, que vêm com familiares e funcionários “devidamente identificados” -, torcedor portando bebida alcoólica – Eurico disse que o Gepe descreve que o vascaíno estava na arquibancada, mas justifica dizendo que os bares e o restaurante não vendem bebidas -, entre outros pontos que o departamento jurídico vai responder ao MP.

Fonte: GloboEsporte.com